La Tapineria
Hay lugares que son más que un espacio,
que son un templo.
Cobijan. Protegen. Sanan.
Un sitio seguro,
de cerveza y planes.
A veces también pastel de higos.
Hay charlas que son más que hablar,
que son una promesa.
Ya no da miedo que la vida cambie en un segundo.
Sin vértigo. Sin frenos. Sin miedo.
Hay días que son más que una sucesión de minutos,
que son para siempre.
Una explosión de felicidad.
Un chute de adrenalina.
La esperanza de un nuevo comienzo.
Punto y aparte.
Una maleta.
Dos cajas
y un nuevo horizonte por descubrir.
—
2019